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viernes, 24 de febrero de 2012

Nuevo año con nuevas militancias

2011 estuvo marcado por la campaña donde trabajamos con convicción para la reelección de nuestra Presidenta. Entre tanto, en un Frente de mujeres, fueron apareciendo los temas de género, que algunxs llaman “de mujeres” minimizando sus alcances o pretendiendo instalar que no son temas de todos.

La Presidenta nos habla de la sintonía fina que marcará su segundo mandato para lograr más inclusión, distribución, derechos que nos permitirán estar mejor día a día.Mucho se ha hecho: hoy vemos instaladas como políticas de estado reivindicaciones por las que las mujeres hemos luchado durante años: la Ley de de Salud Sexual y Procreación Responsable, la de Educación Sexual Integral, la de Parto Humanizado, la de Ligadura de Trompas de Falopio en las mujeres y de los conductos deferentes o vasectomía en el varón, la de Educación Sexual Integral, la de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollan sus relaciones interpersonales, la de Matrimonio Igualitario y otras políticas que inciden directamente en las mujeres como la Asignación Universal por hijo o las jubilaciones de amas de casa.

También queda mucho por hacer en estos cuatro años. Nos preocupa la trata de personas, el acceso igualitario de las mujeres al trabajo y la equidad de varones y mujeres en los ámbitos de decisión, el cumplimiento del cupo sindical, la sanción de Régimen Especial de Contrato de Trabajo para el personal de Casas Particulares, los problemas que se presentan en algunas provincias con la efectiva implementación de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva.

Creemos que también deberán encontrarse repuestas y soluciones a estas y otras demandas con perspectiva de género sin que pedirlas implique estar fuera del modelo; muy por el contrario, es porque estamos dentro que podemos plantear a este proyecto político que vamos por más derechos.



La violencia contra las mujeres

Los medios instalaron este tema en abundancia, algunas veces desde el amarillismo que elige presentarlo como “crímenes pasionales”, otras adoptando desde los titulares una postura anti-k manifiesta que la vincula a “inseguridad” o “falta de políticas públicas”. Claro que siempre pudimos encontrar otra forma de hacer periodismo que nos ofreció información valiosa para empezar a saber de qué hablamos y por qué nos preocupan –entre otras cosas- las impactantes cifras de feminicidios.

El 25 de noviembre de 2011 “Día Internacional para la erradicación de la violencia hacia las mujeres” participamos en las calles de la ciudad con compañeras de distintas organizaciones sociales, políticas y sindicales en distintas acciones que se organizaron con el fin de sensibilizar a lxs cuidadanxs, dialogando con varones y mujeres sobre machismo y violencia hacia mujeres, adolescentes y niñxs, trabajando por la equidad de género y tratando de analizar los modelos hegemónicos de masculinidad para generar los cambios que necesitamos. Pero nos quedamos con ganas de hacer más, para que el tema no se trabaje intensamente sólo el 25 de noviembre :así inauguramos la “Campaña de sensibilización de la NO violencia contra la mujer”.

La encaramos como un auténtico trabajo de militancia realizado por quienes reconocemos los logros en materia de Derechos Humanos alcanzados por el proyecto nacional iniciado en Argentina por el Presidente Néstor Kirchner y consideramos necesario contribuir con este modelo de país con compromiso, dentro del amplio espacio que es el kirchnerismo.

Nuestro objetivo es instalar en la agenda de la comunidad que la violencia contra las mujeres es una de las formas más frecuentes de violación de los derechos humanos.



Por ello, cada día 25 de este año saldremos a diferentes plazas y parques de la Ciudad de Buenos Aires a decir “Basta de violencia contra la mujer en cualquiera de sus formas”, circulando por los senderos de la divulgación de leyes y políticas públicas que defienden a la mujer, concientizando sobre la necesidad de cambiar pautas culturales y hábitos naturalizados que vulneran la igualdad entre varones y mujeres.



La coordinación del programa “Las víctimas contra las violencias” del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos nos brindó la oportunidad de promoverlo, dar a conocer su actividad y facilitar un recurso para hacerle frente a “las violencias”. Agradecemos la confianza, el asesoramiento y el material brindado por la coordinación del programa y las representantes de cada una de sus equipos. Ponemos especial énfasis en nuestro reconocimiento hacia todas ellas que nos posibilitaron acceder a la difusión de una política social comprometida con la mujer.




El 25 de enero estuvimos en Leopoldo Marechal y Eustaquio Díaz Vélez, en Parque Centenario. Allí nos reunimos un grupo de compañeras con nuestras insignias e identificadores, nuestro entusiasmo y nuestras convicciones a decir nuestro enérgico NO a la Violencia contra las Mujeres.Contábamos con afiches del programa “Las Víctimas contra las violencias” y con abundante cantidad de folletos que fueron entregados en la vía pública contribuyendo a la palabra, al diálogo y al intercambio, promoviendo la importancia de llamar al 137 (que es el número de la Brigada móvil contra la violencia familiar donde se atiende los 365 días del año durante las 24 horas) y explicando cómo funciona el programa.


El próximo sábado 25 de febrero estaremos nuevamente en la calle: esta vez será en Parque Lezama, en la esquina de Brasil y Defensa, a partir de las 18:00 hasta las 20:00 aproximadamente.

Lo haremos con la certeza de contribuir con el proyecto nacional y popular, simplemente por ponernos en marcha, por militarlo; y de estar accionando concretamente contra el problema universal de la violencia de género.
¡Vení! ¡Te esperamos! Erradicar la violencia es tarea de todxs.

Elisa Aliatta

domingo, 12 de febrero de 2012

Malvinas : Una cuestión de soberanía, democracia y DDHH

Malvinas es la causa de todas y todos. Desde el primer arrebato de nuestras Islas, y con el posterior conflicto bélico desatado por la última dictadura cívico militar en un intento de perpetuarse en el poder, el dolor de lxs argentinxs se multiplicó por las vidas y proyectos truncos de nuestros combatientes.

Desde junio de 1982, fuimos atravesadxs por diversos intentos de “desmalvinización”: el manto de silencio sobre las vejaciones que sufrieron nuestros pibes por parte de sus superiores, el desgaste a todos los que reclamaban reparación de sus derechos, el desprecio o indiferencia por los combatientes, la complacencia diplomática de los años 90 ante las grandes potencias, son una muestra de cómo suelen utilizarse causas legítimas y sentidas por un pueblo, para mantener su opresión.

Desde el 2003, el reclamo por vías diplomáticas ante los organismos internacionales para el diálogo sobre la soberanía de Malvinas, representó un viraje fundamental de nuestra política exterior y se entroncó además con la decidida política de Estado en relación al fin de la impunidad de quienes violaron los DDHH en nuestro país. Por esto es que la responsabilidades que la Presidenta de la Nación distingue en relación al conflicto armado de 1982 y la de un gobierno democrático y respetuoso de la ley, respaldado por el mandato popular de manera contundente en las elecciones de octubre, no puede soslayarse.

La desclasificación que la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner dispuso del Informe Rattenbach arrojará luz, no solamente sobre el manejo militar del conflicto de 1982, sino que también contribuirá a establecer ante la sociedad quién es quién en relación al honor que les cabe a sus protagonistas. No es casual que partidarios de Cecilia Pando, apologista y defensora de la represión ilegal y del robo de bebés durante la dictadura, hayan agredido al Diputado Díaz Bancalari a la salida del acto en el cual se firmó el decreto para la desclasificación de dicho informe.

La Corte Suprema de Justicia tiene en sus manos recursos extraordinarios presentados por ex combatientes que denunciaron las torturas cometidas por 80 oficiales contra su propia tropa, para que sean considerados delitos de lesa humanidad y por lo tanto no prescriban. A pesar de fallos desfavorables de la Sala I de la Cámara de Casación Penal, los querellantes, entre los cuales está el CECIM LA PLATA y la Secretaría de DDHH de la Provincia de Buenos Aires, esperan un dictamen favorable, para que se haga justicia.

A pesar que, desde los artículos de La Nación se muestren tan empáticos con “la libertad y los derechos de los isleños”, la ocupación de las Islas Malvinas fue, es y será ilegítima. Recordemos la historia...

En 1833, momento de la usurpación, el Gobierno de Buenos Aires había dispuesto la creación de una Gobernación, en un territorio donde se realizaba la explotación de ganado y focas a partir de la cual, se sancionaba la caza y pesca no autorizada a buques ingleses, franceses y estadounidenses. Eso demuestra el verdadero interés de Gran Bretaña – y de sus socios - por las Islas Malvinas: su estratégica ubicación geopolítica y sus abundantes recursos naturales. Confirmando esto, desde hace doce años intensificaron la campaña exploratoria de las compañías petroleras en la zona, y viven anunciando el aumento del desarrollo de pozos para un futuro próximo, lo que eleva el valor de cotización en bolsa de las acciones de esas compañías e impulsa acuerdos entre las operadoras británicas en Malvinas con importantes financieras europeas.

El envío de buques con armamento nuclear a la zona que ha sido denunciado por nuestro gobierno ante las Naciones Unidas, es otra expresión más de cómo proceden los países que se han ufanado de civilizados frente al mundo: la ley que no se aplican a sí mismos pero imponen a otras naciones menos poderosas, se desvanece ante la contundencia del poderío militar. Este mecanismo en la actualidad se les complica políticamente por el importantísimo e inédito apoyo de América Latina, que respalda esta causa como propia y enmarca de manera muy diferente el llamado al diálogo de nuestro gobierno y desde las resoluciones de los ámbitos internacionales, una y otra vez.

Encarando de manera seria y decidida, con respeto por nuestros caídos, por la afirmación de nuestros derechos territoriales, por la democracia y la soberanía, es que recuperaremos nuestras islas.

Malvinas es una causa latinoamericana. El respeto por los valores de la democracia y de los derechos humanos, también.

Daniela Godoy y Patricia Peirano