
En cualquier espacio político -y no sólo partidario- también puede ser moneda corriente esta forma ruin de avanzar destruyendo a un otro.
En el Frente de Mujeres K estamos intentando construir una forma de hacer política que esté a la altura de las convicciones que Néstor y Cristina le imprimieron a nuestro proyecto nacional, popular y democrático
Este desafío es de todos los días: cada compañera que integra el Frente vale por sus ideas, palabras, acciones…. Toda vez que una compañera hace su aporte, se funde para potenciarse en lo colectivo. Toleramos y le hacemos frente a la diversidad, a la disidencia, al debate. No son discusiones personales, son perspectivas o matices que se encuentran contenidas en un mismo proyecto.
Nuestro espacio contiene a muchas mujeres, que en forma presencial o virtual, se sienten comprometidas en la defensa de lo hasta aquí alcanzado y en la profundización de lo que aún falta por hacer. Pero como es abierto e inclusivo, puede suceder que se sumen personas, individualidades, veleidades que quieran exactamente lo contrario convirtiéndose en piedras en nuestro camino o “pescado podrido” tal como las editoriales de algunos medios monopólicos.
Pero, por ser mujeres políticas, sabemos leer entre líneas, decodificar intenciones y neutralizar operaciones que sólo nos distraen y nos hacen perder tiempo. Nuestro Frente está decidido a erradicar estos comportamientos vengan de donde vengan.
Entonces, para nosotras, el puterío es vieja historia. Y los que la arman, sólo representantes de la vieja política.
Por eso compañeras, estemos atentas. No dejemos avanzar, no amplifiquemos, no difundamos, no le demos bola a toda aquella “individualidad” que amparándose en el anonimato y a una supuesta pertenencia a nuestro colectivo, intentan ensuciar, difamar y entorpecer nuestro crecimiento lento pero sostenido en el tiempo.
¿Y dónde queda el puterío? Afuera del Frente de Mujeres K, afuera del proyecto nacional, popular y democrático, afuera de nuestras vidas.
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