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jueves, 27 de octubre de 2011

27 de octubre de 2010, el día en que nos partió un rayo

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,

quiero apartar la tierra parte a parte

a dentelladas secas y calientes.



Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.


Miguel Hernández



Hoy se cumple un año de la muerte de Néstor y se lo extraña más que nunca. Tod@s hubieramos querido que viviera el 54% de Cristina y la fiesta.
Pero creo que, por sobre todo, hubieramos querido que viviera el fallo histórico del día de ayer en la Mega Causa Esma dónde Astíz, el Tigre Acosta y 11 represores más fueron condenados a Prisión Perpetua.
Y todo se mezcla, todos los sentimientos. Dictan las sentencias, una a una, mientras ordeno todas estas palabras y todos los sentimientos se mezclan, porque sin Néstor no habría Megacausa Esma. Porque sin Néstor no habría una Plaza llena de una militancia renaciente. Porque sin Néstor y Cristina toda esta realidad que estamos viviendo y que nos llena el corazón día a día, no existiría. Pero con él no podemos compartirlo más que en nuestro corazón y eso duele profundamente.

Las compañeras del Frente de Mujeres K, dejamos nuestro pequeño homenaje, compartiendo las sensaciones, los pensamientos, las frustraciones y hasta los rayitos de esperanza que vivimos ese 27 de octubre.


Silvia Haydée Garcia López:
El pasado 27 de octubre estaba a muchos kilómetros de Buenos Aires, en FEZ una bella ciudad marroquí en África del Norte. Era nuestro último día libre y andurriábamos de aquí para allá, buscando los últimos regalitos. El grupo se había separado, unos por un lado, otros por otro. De repente con cruzamos con un grupito pequeño que estaba sentado tomando un café, eran más o menos las tres de la tarde. Ellos nos dijeron:
- ¿Se enteraron de la novedad?
- No, que, ¿se suspendió el censo?
- No, se murió Nestor Kirchner.
- No me jodas, que broma de mal gusto, chau.
Quien lo decía no compartía una mirada política semejante, decidimos no creerle, pero en realidad no podíamos, ni queríamos creerlo. Tanto comentario descalificador, que pensamos: -vos no me vas a venir a joder el final del viaje.
Seguimos y nos encontramos con cumpas más afines, las caras lo decían todo. Es así nomás.
Ahí empezamos a deambular como fantasmas, desorientadas, no por estar en una ciudad desconocida sino porque no sabíamos ni entendíamos nada, no nos cabía en nuestras cabezas, ni en ningún lado, llámese corazón o como mierda quieran ponerle. Como pudimos, convecimos al dueño del bar del hotel, que nos pusiera el televisor en la TV española, es resto transmitía en árabe y no decían nada. Estuvimos casi una hora mirándonos las caras en silencio -la tele española aun no transmitía nada- sin el más mínimo gesto. Estábamos paralizadas, el tiempo y la geografía se habían detenido.
Subimos a la habitación, encendí la Netbook y me encontré un mail de mi hermano: “Silvia a lo mejor ya te enteraste por las agencias noticiosas, es muy lamentable pero se murió Néstor Kirchner”.
De la parálisis pasamos a la desesperación de querer noticias, a no poder conectarnos con la TV pública, a mandar mails, a no recibir respuestas. Aquí todos estaban viviendo la realidad de otra manera y nosotras en banda en Marruecos. Cuando llegó Blanca, mi compañera de cuarto, nos abrazamos en un dolor muy silencioso.
Los viajes en grupo tienen una cosa jodida pero real, hay temas que no se hablan por cuestiones de convivencia: religión y política. No obstante, como teníamos que bajar a cenar le dije al coordinador más afín a nuestra mirada, y dado que sabíamos que había quienes la situación no les movía un pelo:
- Mirá si no me buscan, no hablo porque además ni tengo ganas de hablar ni de comer, pero si me buscan no me callo, y voy a decir todo lo que pienso.
Me respondió:
- De acuerdo.
Me hubiera venido bien el retruque, pero nadie habló, es más, fue una cena rápida.
Después, pasados los días, vinieron los mails de Elisa y de Dani contando lo que estaban viviendo, y el de Nico detallándome la Plaza de esa noche.
Les aclaro que no lloré una sola lágrima húmeda, pero así soy, me sale fácil la lágrima emotiva tonta, circunstancial, y me cuesta un huevo la del dolor. No es la primera vez, cuando se murió mi viejo me pasó lo mismo, también cuando asesinaron al Che y algunas otras pocas veces.
Hoy todavía cuando lo escucho, y aunque les parezca raro hasta el dolor me hace sonreír….pero las lágrimas secas no dejan de brotar, mucho más cuando la veo y la escucho a Cristina arremeter y tirar para adelante.
Sigo llorando lágrimas secas, nadie las ve, pero a mí me perforan de manera lacerante.

Ofelia Videtta:
Primero debo reconocer que tuve la sensacion de que ibamos a estar "huerfanos", me preguntaba qué seria de nosotros... ¿qué iba a ser de Cristina?, no podia creer que nos quedabamos tan solos y desprotegidos.
Fue no creer la noticia al principio, luego bronca y más bronca y dolor, ese dolor que anuda el pecho y ahoga la garganta.
Ese día y los sucesivos fueron de un enorme y angustiante vacío y soledad. Me preguntaba ¿por qué? Y me daba mucha bronca pensar en todos los que se estarian alegrando.
Fui a la plaza sola, comenzó a llover, compré un paraguas que cada vez que lo uso, me trae ese momento. Estuve aferrada a la reja por donde saldría el cortejo fúnebre. Mucha amargura... ¡que tristeza! Volví a mi barrio y en un negocio al mejor estilo Sra "cucaracha" comentaban que "el cajón estaba vacío", y no me pude callar, a viva voz pedí un poco de respeto para "él" y para mí que acababa de volver de su entierro, que creía en su gobierno y apoyaba más que nunca a Cristina.
Los días posteriores, días grises y ventosos, hice mi vida como una autómata. Recuerdo que mandé un correo a Cristina ofreciendo acompañarla una tarde, tomando un mate, la imaginaba con tanto dolor, la veía teniendo que estar al frente de todo, no podía creer la fortaleza que mostraba, pero pensaba que en soledad deberia pasarla realmente muy mal. Un nudo en la garganta permanente, una angustia como hacía años – tal vez desde la muerte de mi madre– no sentía.
Inmediatamente, casi en simultáneo, recuerdo que hablé con una amiga (con la que podía compartir el dolor y le comenté que sentía la necesidad de militar, de apoyar el gobierno de Cristina, DE PARTICIPAR).Y la providencia hizo que llegara un correo convocando a agruparnos en el Frente de Mujeres K ...
A la primera reunión no pude asistir, fue mi hermana con una amiga y me comentó la cantidad de minas que había reunido la convocatoria y fuí a la segunda y desde ese momento, haciendo a veces más y otras veces, lo que puedo. El dolor fue aflojando y transformándose en acción, en vida, en energía positiva.
Teniendo el ejemplo de Cristina, el de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, siento que la mejor manera de honrarlo es haciendo. Y recordarlo, tan impulsivo, desaliñado y cálido como era, estilo que siempre me gustó y que tanto disgustaba a todos, era y es lo que más me gustaba a mí.
Este dia 27, siento que Cristina tiene que sentir nuestro cálido abrazo de hermanas, saber que la estaremos acompañando y como dije la otra noche cuando caminabamos a la Plaza rumbo a los festejos:"¿nos estará viendo Nestor?" Espero que sí…

Daniela Godoy:
Se acababa de ir la censista, estábamos muy contentos, la habíamos hecho pasar (en mi torre no todos lo hacían) y sonó el teléfono. Era mi suegra. Me dijo, – ¿Se enteraron?
– No, ¿qué?”
– “Murió Néstor”
¿Qué Néstor?” le pregunté yo, no podía caber en mi cabeza la posibilidad de que NÉSTOR, ¡fuese él!
Creo que me quedé paralizada, apenas si pude pasarle el teléfono a Federico.
El mazazo –hacía siete días se cumplía un año del fallecimiento de mi papá– era emocional, político, era un NOOOOO interminable….
¿Qué hacíamos ahora? Fue lo primero que logré pensar, ALGO HAY QUE HACER AHORA, HAY QUE IR AL ENCUENTRO DE TODXS, de todos los que estábamos embarcados en esta lucha y movilización.
Ir a la plaza fue la respuesta, ese encuentro.
Yo venía militando desde mi blog nada más, y en la Escuela de Género con Elisa y otras compas K, hacíamos el aguante popular en esos espacios que son bravos, que criticaban muchísimo, que tenían una mirada muy sesgada…
Semanitas después, Elisa y Patricia me avisaban de la primera reunión del Frente. Falté a la primera cita porque fui a un encuentro de Bloggerxs K en Tucumán con Federico, donde tuvimos la experiencia de conocer todo lo que se venía articulando desde antes y que tomaría envión y una organización como nunca antes, justamente después del 27 de octubre.

Andrea Centell:
Esa mañana, a pesar de que estaba pendiente de la llegada del/la censista, no me levanté temprano.
Lo primero que hice fue abrir la máquina, como todas las mañanas, y abrí Clarín para ver qué nueva porquería estaban diciendo del Censo. Ahí leí : “Murió Néstor Kirchner”. Lo primero que dije fue, -“¡Qué hijos de puta, no tienen límites!”, pensando que el titular correspondía a alguna metáfora política, muy desagradable por cierto, y lo cerré y me fui a otro portal. Ahí sentí que se me aflojaban las piernas, porque en el otro decía lo mismo y comencé a repetir como una letanía, -¡es mentira, me están mintiendo, es mentira!. Pero pasaba de portal en portal y todos decían lo mismo.
Prendí el televisor esperando que Canal 7 me dijera que era un rumor que algún cretino había hecho correr y que, como yo suponía, era mentira.
Ahí sentí un cuchillazo: Canal 7 también decía lo mismo y ellos no iban a jugar con semejante tema.
El llanto era con ahogo, sentía que realmente no podía respirar, ni iba a poder hacerlo nunca más, no lograba que el aire llegara a los pulmones y cuando podía respirar solo gritaba ¡¡¡¡nooooooooo!!!!!
Lo primero que pensé fue, “ahora nos pasan por encima”, “van a aprovechar para aplastarnos”.
Desde hacía un tiempo me estaba dando vueltas por la cabeza la idea de militar para las elecciones del 2011, pero tenía pensado acercarme a alguna agrupación más cerca de la fecha, después que “Papá Néstor” arreglara todo el lio de las listas y los entramados.
Ahora “Papá Nestor” no estaba más para arreglar todo ese quilombo, “¿quién se va a poner al hombro todo esto? ¿Cristina? ¿mientras está desvastada y de duelo?, si yo no puedo salir de la cama, ¡ella menos!”.
Después, a la noche, fui a la Plaza y ya comencé a sentir que no nos iban a pasar por encima, al menos no tan fácilmente. Que no éramos tan pocos como nos hacían creer, que no estábamos tan solos como nos querían hacer sentir, que no éramos uno o dos locos sueltos. Éramos muchos locos más en esa plaza (justo como decía Cristina en el spot de la alegría) y luego en la larga cola para entrar a darle un adiós y un ¡Fuerza Cristina!
Cuando ví toda esa gente y la ví a ella parada -yo estaba en la cama de la que no salí en todo el día jueves y ¡¡Cristina estaba parada!!- dije, “ya sé quién se va a poner al hombro todo esto, va a ser Cristina, pero no va a estar sola, vamos a estar todos nosotros, y el momento para militar no es después, es ahora”.
El viernes dejé a mi hija en el colegio y me fui de nuevo a la Plaza a ver si llegaba a tiempo a despedirme, y llegué, con las florcitas que me había pedido mi mamá que le dejara de parte de ella y con un Fuerza Cristina mal escrito a las apuradas.
Y otra vez ví toda esa gente delante mío llorando, dejando mensajes, flores, dando las gracias, dando fuerza, juntándose, abrazándose, hasta cantando. Los miré a todos y pensé, “aquí hay Futuro”.


Ana Etlis
Sentí bronca, mucha bronca. Ese día, luego de enterarme, esperé a que vinieran a censarme y comencé a caminar, a caminar, a caminar.... Estuve dos horas con un rumbo fijo: ir a lo de mi mamá. Estaba como que no entendía nada.... No podía ser...la tristeza, que luego fue tristeza colectiva en la plaza... cada persona conocida que estaba en la plaza era un abrazo, un comentario donde lo que prevalecía era el "no puede ser".
Cuando hice la cola para saludar a este gran hombre, a la mañana, no se podía ni gritar, ni nada, era un silencio en la Casa Rosada brutal. Con mi mano izquierda en un puño y la derecha una V, saludé a Alicia Kirchner. Cristina se había ido a descansar, y eso fue todo.
Pero lo más terrible es que a este gran hombre lo empecé a conocer después de fallecido. En todo su gobierno yo estaba en el Partido Comunista de la Argentina, allí siempre se dijo que Nestor era la continuidad del modelo neoliberal, que era la continuidad de Menem.
Ya después en el Partido Comunista Congreso Extraordinario aprendí a ver las cosas: que habían grises....en fin, me enteré que este Partido – al cual pertenezco ahora– había apoyado a Kirchner desde el 2003.
Muchas cosas en el país nacieron con él. La Unasur fue una de las que más me impactó. No quiero extenderme demasiado, simplemente transmitir el enorme, enorme respeto que siento por nuestro querido compañero Néstor.

Ana Mendía:
A las 9.30 hs. de la mañana, recibí el sacudón. Telefonazo de Poli, mi hermana.
– Ani, ¿has visto lo que pasó? ¡Muriò Kichner!
Dormida aùn, no entendìa nada.
Encendí la radio y aún así, no lo quería creer.
Día difícil, sentido, desolado, bronca, desencuentro, angustia y lágrimas. El día continuaba y las lágrimas también, no se detenían. Todo estaba teñido de dolor.
No lo había votado. Me asombró su discurso al asumir :¿qué dice este hombre
del sur? ¡tan diferente!, desgarbado, flaco, con una manera distinta de actuar, sin protocolos, abrazando y sonriendo y también, marcando la cancha.
Pero cuando hizo bajar los cuadros de los genocidas, alli no dudé, éste era el Hombre Nuevo.
En ese momento me convertí en Kichnerista, y empecé a defenderlo en las charlas familiares, y en las cenas donde me invitaban y luego dejaban de invitarme. No me importaba, dentro mío algo decía que un hombre de nuestra generación nos estaba gobernando.
Siento tristeza al saber que no está fisícamente entre nosotros, pero sí lo está en cada acto en el que participamos, en cada marcha, en cada encuentro militante, con su picardía, su grandeza, su humor, su inteligencia y su proyecto nacional y popular.
Grande Nestor, Grande Cristina, se me pianta un lagrimón...

Dolores Álvarez:
Estaba totalmente dormida cuando escucho un ¿¡QUÉEEEEEEE?! de mi novio en aquél momento.
Eran las 9 de la mañana y le había llegado un mensaje de texto.
– Se murió Néstor, se murió Néstor, repetía.
Nos paramos los dos delante del televisor, sin decir palabra. No puedo recordar bien si dije algo, no reaccioné, sólo miraba al vacío mezclado en la pantalla. Me senté en el sillón y me emocionaba de a poco, con una mezcla de no entender nada y preguntándome qué iba a pasar ahora, cómo iba a seguir el censo durante el día, adónde iríamos después...
Decidí preparar mate y el vacío me seguía en todo lo que miraba; prendí la radio en Continental para escuchar a Víctor Hugo, me impactó mucho cuando lo escuché a José Pablo Feinmann con él; estaba casi quebrado; creo que ahí empecé a caer un poco más.
No tuve "pensamientos", como dijo Dolina este 23/10/11 con el triunfo de Cristina, con suerte uno tiene "pensamientos" dos veces a la semana; esos fueron momentos de emoción y la emoción y el pensamiento en general tienen una relación complicada, rica pero complicada.


Magdalena Jamardo:
Tomaba un café con mi amigo y vecino y en ese instante le suena el celular, otro amigo le comunicaba la mala noticia, él le contestó:¡¡¡estás loco!!!
Cortó y me dice – “Se murió Kirchner”. Le dije: “Nooooooo!”
Prendimos la tele y sí, era verdad y estas fueron mis palabras ¡¡LA PUTA MADRE, FLACO, NO NOS PODÉS HACER ESTO!! y me largué a llorar,
pensando ¿adónde voy?. Quería estar con alguien, llorar, putear, no sé, después vino la plaza, la cola. Y lo sigo llorando, cuando lo veo no me puedo contener.

María del Carmen Huarte:
Fue un 27 de octubre, tan reciente que parece hoy, un día de censo, feriado y muy dispuestos con mi marido a recibir a la señorita que vendría a tomar nuestros datos, una mañana tranquila, habíamos apagado el televisor.
En un momento mi marido lo enciende y ¡oh sorpresa!... La noticia trágica, la muerte de Néstor Kirchner. Me llama y yo, incrédula, me acerco, comienzo a llorar sin consuelo, y seguí mirando la pantalla, sin poder creer lo que veía, pero sí, era así, el compañero, en quien habíamos cifrado tantas esperanzas y que ya no estaría entre nosotros.
Muchas cosas se venían a mi mente en estos momentos, entre ellas, “qué poca suerte tenemos los argentinos” pensé y lo decía con fuerza.
Esperamos noticias, mis amigos nos llamaban y fue un día distinto. Las horas pasaban y a la nochecita nos fuimos a la Plaza de Mayo. Solos no podíamos pasar este trago amargo, allí estaban mis compañeros de Carta Abierta, nos abrazamos y lloramos mucho...
Al día siguiente amaneció lloviendo, todo era triste. Hasta el día. Fuimos a Figueroa y Tagle a verlo pasar, por última vez. Triste, muy triste, después todo lo demás, ver a Cristina, sus hijos, todo un pueblo que lo despedía con más congoja que a un familiar...
Y así se fué; pero está entre nosotros, con su sencillez, su sonrisa de hombre bueno, su solidaridad de militante, su fuerza y valor para enfrentar a los poderosos, en fin, todo un ejemplo a seguir,
Gracias compañero Néstor, tu pueblo y tu generación no te olvida, te quiere y muchas gracias por dejarnos a Cristina, tu proyecto está en muy buenas manos...

María Elena Lequio:
Con respecto a lo emocional me pasó lo que siempre me ha pasado frente a la muerte de un ser cercano, muy querido; quedarme sin palabras, en blanco, sin poder pensar... Momento en que todo carece de sentido.
Con respecto a lo político, lo primero que pensé fue que si con el hombre se terminaba el proyecto, entonces no era un proyecto político, una construcción política como la que yo creía que teníamos frente a nosotros. El tiempo y las acciones deberían probar que este proyecto iba más allá de las personas. Siempre creí que Cristina podía conducirlo a pesar de lo difícil del momento. Creo que cuando Nestor murió emergió lo colectivo del proyecto político y en eso andamos, conscientes de que de nosotros depende tanto en la alegría como en la lucha, que el proyecto se complejice, se mantenga vivo, se concrete y crezca.


Ruby Pargas (esto lo escribí el miércoles 27 y jueves 29 del 2010)
Y yo también tuve necesidad de ir a la plaza y sentirme rodeada...
Porque ni bien llegué sola, antes de encontrarme con nadie, estaba parada frente a mí una señora con una banderita que decía “Fuerza Cristina” y con el sólo hecho de mirarnos nos cruzamos en un acongojado abrazo.
Porque nunca pensé todo lo que sentí durante esos días...
Porque descubrí que podía hablar de Patria y sentir una militancia interior que jamás había sentido....(Y viví un BICENTENARIO inolvidable esperando frente al Cabildo que se hicieran las 12 para comenzar el 25 de mayo!!!)
Porque sabía lo que pensaba, pero no lo había descubierto totalmente a flor de piel...
Porque recién a los 63 años pude descubrirme políticamente desde algún lugar latente que estaba tapado por nuestra propia historia de silencios y represiones contenidas de años de dictadura!!!!!!
Y caminé por la plaza y miraba y me perdía entre la gente, sin entender nada... y sin embargo, sintiendo que no estaba perdida...
Y me sentí rodeada de jóvenes que me contenían con sus caritas libres ¡sin represiones...! Sin tapujos, así de simples, así de profundos, con la espontaneidad propia de sus años, por sus fuerzas que me alientan a seguir creyendo, y porque los quiero acompañar desde donde pueda...
Y pude entrar a la Casa Rosada y gritar con toda mi alma y mi corazón, ahí frente a ella “FUERZA CRISTINA, FUERZA!!! Vamossss!!!”, y me sentí más aliviada. Mi corazón y mi alma se ensancharon... No pude dejar de hacerlo... Mi grito salió de mis entrañas, como el sapucay. Y el sapucay no se piensa, no se razona, sale...
Gracias por hacerme volver a creer en la Patria. Por mi necesidad de seguir adelante. Por mi sentir que ESTOY !!! Que pertenezco a un pueblo, a MI PUEBLO!!!
¡Porque me siento más despierta y más de pié!
Gracias pueblo Argentino!!! Adelante que todos juntos podemos, desde cualquier lugar, pero juntos .... podemos!!!
Y porque el sol no se tapa con la mano, puedo abrazarlos a todas y todos con una esperanza renovada.


Patricia Peirano:
Esa semana había comenzado mal para mí. El 24/10 era un aniversario de la muerte de mi viejo. Había transcurrido ese domingo como tantos otros pero con un dejo de tristeza en el corazón. A las 18 hs. sonó el teléfono avisándome que mi vieja no estaba bien.
Terminamos en el hospital, ella con un cuadro confusional y yo, más o menos igual que ella. Quedó internada porque no sabían qué le pasaba. Fui a mi casa, busqué un bolso y me quedé a dormir en la casa de ella para estar más cerca.
Así transcurrieron los días sucesivos y el miércoles 27 escucho temprano la noticia de la muerte de Néstor en el televisor de la sala donde estaba internada -¡que encima estaba en TN! .
No podía creer lo que escuchaba. En mis adentros esperaba que fuera una broma o una jugada de algún malintencionado. Llamé desesperada a mi marido y sentí su angustia y desconcierto.
Empecé a llorar, casi en silencio para que mi vieja no se asustara. Me sentí sola, muy sola. Y seguí llorando en los pasillos… Y necesitaba hablar con tanta gente querida y no podía… Y ansiaba estar abrazada con mis amigos y no podía… Y sentía que tenía que estar donde estaba y a la vez en otro lado y no podía.
Esa semana fue como un largo día con una noche interminable. Y seguí llorando por varios días más, aún cuando le dieron el alta a mi vieja. Todavía hoy no tengo claro por quién lloraba.
De algo sí estoy segura: a mi viejo lo tengo dentro, y me acompaña en cada momento de mi vida. Y a Néstor también…

Gladys Alvarez:
El jueves 27, día del censo, no lo podía creer. Sólo compre un ramo de flores, fuí a Plaza de Mayo y con mucha gente hice una extensa cola para entrar a saludarlo por última vez... Como dijo Cristina, es el Fundador de este cambio de País...

Zaida Graciela Colli:
En un primer momento no lo creí (es lo que normalmente pasa con los duelos), pero creo que tampoco lo creí porque los militantes nunca mueren, siempre son jóvenes, no se enferman, aportan continuamente cosas nuevas, para una sociedad de iguales, sin excluidos, valorando por sobre todas las cosas la condición humana.
Cuando estuve en la plaza, vi eso: "humanos", de todas las edades y colores. A pesar que no podía reprimir mi llanto, cuando la ví a Cristina, con su entereza, me acordé de la "Japonesa", la compañera de Tacuarita Brandaza, desaparecido en el 73 en Rosario, por el padre de la Jueza Sarmiento, (¿se acuerdan?). Yo me acerqué a ella esa mañana (militábamos en organizaciones diferentes), sin palabras, tocándola. La Japonesa no lloró, siguió con su militancia, hasta que nos perdimos en el 76....
Néstor fue ese reencuentro en el poder que deseamos para una sociedad más justa e igualitaria, para darle sentido a nuestro pensamiento, tan ultrajado por el terrorismo de estado y el neoliberalismo. Se me viene la imagen de la Japonesa: sé que estaba triste, igual que yo, no nos dijimos nada... seguimos.

María Isabel Descole:
Néstor era el verdadero peronista que tanto esperamos durante años.
¡Qué dolor, qué vacío produjo su muerte! Tuve necesidad de estar con los compañeros y compañeras, tal es así que abrimos la unidad básica a las 16 hs. Yo quería ponerle velas pero como estaba todo cerrado por el feriado, junté las que encontré en casa, me ocupé de armar en el local una especie de altarcito como los que le armaba la gente a Evita: una mesita, su foto y las velitas prendidas alrededor.
La gente pasaba llorando y al ver el altarcito se persignaba.
Pero fuerza de Néstor alcanzó para no autocompadecernos y salir con los tapones de punta a militar con más intensidad. Lo más impresionante de esos días fue la decisión de Cristina de estar el lunes trabajando, como cualquier hijo de vecino. Mostró tener la misma fuerza de Néstor y del pueblo y por eso el pueblo la sigue.

Marta Masio:
El 27 de octubre me censaron temprano. Estaba en reposo por mi operación de cataratas. Leí Página por Internet, busqué y no había “últimas noticias”.
Cerca del mediodía, una amiga me llamó:
– ¿Cómo estás?... ¿Sabés que se murió Kirchner?”
– ¿Quééé? (se me sacudió el cuore) ¿Qué decís????”.
Pensé en una maniobra macabra de los medios, encendí la tele, pasé todos los canales de aire buscando la desmentida, mientras pensaba si era 28 de diciembre y no sé cuántas explicaciones más. Finalmente ví la placa que lo confirmaba: “MURIÓNÉSTOR KIRCHNER”, y de lo más profundo me brotó una puteada, como una arcada, una náusea que rechazaba la insoportable injusticia. Y sin querer me surgieron las comparaciones, y pensé en cuántos vivos que merecían estar muertos; y pensé en el modo, y comparé lo que puso cada uno de ellos en su paso por la vida pública… y los que murieron, arriesgaron justamente eso: pasión, energía, y corazón al servicio de lo que hicieron, y los que están vivos, además de “yerba mala”, nunca tuvieron corazón.
A mi conmoción siguió la búsqueda de mi sitio, dónde cobijarme, el lugar que me conectara con mi país lastimado, con mi condición de ciudadana herida.
Y pensé en la Plaza, mi Plaza, la que siempre representó mi ligazón con mi ciudad, mi pertenencia. La Plaza que, mágicamente, me contiene. No voy a iglesias ni cementerios porque en esos lugares nunca encontré respuestas y se me vació más el alma.
Pero la Plaza tiene un efecto mágico; llegué temprano, antes de la hora de las convocatorias, no quería, como nunca quise verme jugar partidos que no comparto. No quería ser espectadora de la pelea por los lugares, los que se acomodan para las fotos y miden el rédito político de su concurrencia.
Todavía éramos pocos y pude recorrerla lentamente, respetando mi reposo obligado; y no sé si mi llanto operó a favor de mi salud y la catarata de lágrimas ayudó a desplazar los últimos reductos de la catarata que extirparon de mi vista. Porque a partir de ahí, vi claro. Desde la Plaza miré para la Diagonal Sáenz Peña (quien nos dió el voto universal y obligatorio), no quise mirar hacia la otra Diagonal (¿por qué todavía tantas contradicciones?) la que conmemora a un genocida.
Ví un camino.
¡AVANCEMOS!


Frente de Mujeres K

3 comentarios:

  1. Cuántas coincidencias en cómo lo vivimos... puede ser que por eso estemos juntas. O quizás ya estábamos juntas y no lo sabíamos

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  2. La negación, la desolación, la rabia, el desconcierto, evidentemente son los ejes a través de los cuales se suman luego los canales de construcción que cada una encaró, quizás diferentes en cada caso pero no menos válidos. Las seguí de manera silenciosa considerandome parte de manera presuntuosa, pero poniendo mi cara en esos momentos que consideré necesarios y álgidos, preocupada porque el colectivo siguiera en pié. La mayoría ni recuerda mi cara, pero el trabajo que ustedes han realizado poniendo el cuerpo es el que las sume en IMPRESCINDIBLES. Felicitaciones¡¡¡¡¡¡¡¡¡ y gracias especiales a Andrea que limpió las impurezas de un texto que escribí impulsivamente de una, y al que me faltó agregar una pavadita simbólica: esa tarde en Fez también impulsivamente me puse los aritos que me regaló Eli y que reproducen el pañuelito de las madres. Hoy puedo reconocer que fue una manera inconciente de ponerme en el lugar afectivo-geográfico que deseaba y que estaba tan lejos.

    Un abrazo para todas y felicitaciones por el camino recorrido y por los Remolinos que estan regalándonos cada lunes en Radio gráfica.

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  3. hola nicky sosa!y banco acristina grcias!por recuperar malbinas..echar a los buitres!gracias cristina .............nickysosa@yahoo.com.ar activistida musulman gay!

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