http://www.mujeresk.com.ar/

sábado, 27 de abril de 2013

La fuerza de choque de Macri

El 18 A me manifesté diciendo que me resulta difícil comprender ciertas actitudes de mis conciudadanos. Hoy estoy, además, profundamente triste, porque las situaciones que se van dando y el cinismo de ciertos dirigentes me colma.
Algunos de ustedes quizá me conocen, soy médica psiquiatra, trabajé durante 15 años en el Hospital Borda y cursé mi especialidad y me recibí durante la última dictadura militar, en consecuencia, conozco de represión y de sufrimiento psíquico.
No podré borrar nunca de mi memoria las imágenes del día viernes en el Hospital Borda. Sobre todo la de un joven paciente que estaba arrodillado en el pasto, hamacando su cuerpo con actitud ausente, ¿monologando?, desconectado del exterior, deshojando una rama de árbol caída, mientras a su alrededor se libraban hechos de una agresividad aberrante e injustificada, y todos pasaban a su lado sin reparar en él, que intentaba, con los mecanismos psíquicos a su alcance, refugiarse en un autismo. ¿Quién va a pagar por su sufrimiento?
Como integrante de la comunidad de la CABA, del Frente de Mujeres K y alumna universitaria de posgrado, propongo la adhesión de la Comunidad Universitaria al repudio a estos actos que distan mucho de la defensa de las instituciones que dicen sostener los que los realizan.
Pongan atención que hubo médicos, psicólogos, pacientes, enfermeros y otros trabajadores damnificados en este aberrante accionar de las fuerzas de choque de Mauricio Macri y NI LOS DIRECTIVOS DEL HOSPITAL, NI LA ASOCIACIÓN DE PROFESIONALES, NI LA ASOCIACION DE MEDICOS MUNICIPALES, NI LOS OTROS DOS SINDICATOS QUE ACTUAN EN EL BORDA APARECIERON EN DECLARACIONES DE REPUDIO AL ACCIONAR DE AYER. SOLO ATE SALIO EN DEFENSA DEL HOSPITAL.
Es vergonzozo, hay un interventor/Director, puesto por el GCBA, que esta al frente del Borda, que yo sepa, no es mudo.

Lo de ayer fue vergonzozo, aberrante, desmedido, alucinante y todos los calificativos negativos que se les ocurran, pero es también el resultado de acuerdos entre pares a los que les interesa sólo cuidar el puestito que les da poder y no el hospital público, ni los pacientes, ni su personal.
No debería llamarnos la atención, porque es coherente con el accionar de dejar sin gas durante un año a los pacientes del Borda, con “achicar” lentamente la cantidad de internados, no por aplicación de la ley de Salud Mental que promueve la utilización de la internación de los pacientes psiquiátricos sólo como recurso extremo y de corto plazo, sino porque también están tercerizando las prestaciones y son derivados a clínicas privadas que financiamos con nuestros impuestos. Ya lo hicieron en el Moyano en años anteriores.

Las fuerzas policiales de la Metropolitana que se podían ver ayer en el Borda, por su número, su vestimenta, sus pertrechos, sus armas, sus escudos, y, esencialmente por sus conductas: eran fuerzas de choque, dignas representantes de los peores tiempos de nuestra historia.
Se veia claramente cómo sus integrantes amenazaban a los que se les oponían, escudados detrás de la valla humana que armaron sus propias fuerzas; la forma en que entre cuatro o cinco policías llevaban a un hombre sujetado con las manos hacia atrás, y, gratuitamente, utilizando maniobras específicas lo tiraron de cara al suelo, le trabaron las rodillas flexionadas con el peso de un hombre de la fuerza policial, y le colocaron las esposas. Son métodos que observé en otros cuerpos de elite que actúan en casos de excepción por orden judicial expresa. Esto es lo que se vio, porque después eran tantos los que estaban sobre él que ya no se podía apreciar su accionar.
¿Estos eran los “efectivos que fueron a custodiar a los obreros de la empresa que tenia que hacer un trabajo en el Borda”?
Si no fuera tan triste, si no fuera que durante todo el día y anoche me la pasé llorando cuando tenía oportunidad de conectarme con la radio o la TV, daría hasta para sonreír, semejante desparpajo de justificar el accionar, en las lamentables conferencias de prensa de ayer de la vicejefa Alonso, Montenegro, Rodríguez Larreta, y finalmente Mauricio Macri que estuvo “escondido” todo el día y apareció a última hora con un discurso de señora gorda, de queja por la “violencia ejercida por los grupos revoltosos” (los obreros, profesionales, enfermeros, pacientes, talleristas, legisladores), le faltaba el delantal de cocina levantado en la mano para ser un comentario digno de Gasalla: “¡no sé qué vamos a hacer con esta gente que es tan violenta!”

¿SIEMPRE SON LOS OTROS? Según sus carteles, nosotros estamos en todo; ¿dónde está él? en el papel de víctima.
En realidad, las víctimas somos nosotros. De su política, de su impunidad, de sus negociados.

Marta Masio

1 comentario:

  1. Eccelente nota, desde que aborda un tema político con verdad y sensibilidad, y aporta la experiencia propia

    ResponderEliminar