Y de pronto...

De pronto Moyano pasó a ser “rubio y de ojos celestes”, y desde el estudio de TN donde lo vituperaron siempre, tratándolo de delincuente, mafioso y extorsionador, lanzó su paro injustificado.

Así como una noche asistimos al brindis de Altamira, dirigente del Partido Obrero en el programa de ¡Grondona!,desde hace semanas la televisión nos entrega un espectáculo lastimoso, incoherente, desestabilizador de una política firme que mantiene el país a salvo de los efectos de una de las más graves crisis económicas a nivel global.
Las alianzas sorprendentes no son nuevas en nuestro país.

Hubo una Unión Democrática frente al entonces Coronel Perón, donde las imágenes de Stalin y de Roosevelt enmarcaban los discursos de socialistas, radicales, demócratas, conservadores y comunistas. También esa misma mixtura policlasista, festejó o apañó los bombardeos de la Plaza de Mayo, esa carnicería de cuyo aniversario pasaron pocos días, porque quitaban del medio al “tirano” que había tornado visibles a lxs invisibles. Mientras el peronismo produjo la transformación más importante en la vida del pueblo argentino , instalándose definitivamente en el imaginario revolucionario popular, una fuerza reactiva conformada por alianzas ilógicas, desestabilizó, conspiró, permitió golpes y calló crímenes de lesa humanidad.

No nos olvidamos del 55, no nos olvidamos del 76, no nos olvidamos del 2001, no nos olvidamos de la masacre de Avellaneda ni tampoco del lock out destituyente del 2008. Y sabemos que hay que estar atentxs, unidxs, organizadxs y sin fisuras para que no se metan en los intersticios las maniobras antipopulares. Decodifiquemos con lucidez estas campañas mediáticas, las torpezas o canalladas de quienes no entienden la lógica de la construcción colectiva real.

Cerremos filas por seguir adelante protagonizando, cada unx en su puesto de lucha, esta aventura de alterar lo dado para ser felices, todo lo felices que nos merezcamos a partir del ladrillito puesto, después de tantas heridas, de tanta muerte, de tanto olvido, de tanta soberbia de pocxs.

Nos hacemos cargo de la defensa de este camino que conduce Cristina Fernández de Kirchner, una mujer extraordinaria que desafía también la tradicional hegemonía masculina en muchos espacios, como los sindicales. Que toma la palabra y empuña su inteligencia y su coraje para señalar que quienes confunden sus deseos con la realidad no pueden ver lo que está pasando en el mundo y lo que vivimos aquí. Y desinforman, mienten y operan…
Nuestra fuerza podrá dejar pedaleando en falso los discursos engañosos, los acuerdos inconfesables, las lógicas extorsivas.
Trabajamos y militamos por nuestra felicidad, por la democracia que disfrutamos, porque aprendemos de nuestro pasado y nos comprometemos con el futuro que soñamos y estamos haciendo día a día. Se resume tal vez en esas palabras que no componen meramente una frase, sino que expresan un sentir, un latir colectivo: ni un paso atrás.

Daniela Godoy, Patricia Peirano